No nos damos cuenta pero somos hedonistas por naturaleza, nos
dejamos llevar por los impulsos y las ganas, ya se sabe con el corazón
caliente, olvídate de la mente fría. Y así te mueves, dejándote llevar, jodiéndola
a veces y ganando a ratos. Pero de todo se saca algo bueno, aunque sea el
disfrute del momento o aprender a librarte de las consecuencias.