miércoles, 3 de septiembre de 2014

Hace tanto que no escribo que creo que se me había olvidado hacerlo.
No encontraba el Word en la pantalla y solo sonaban canciones que me aturdían los pocos pensamientos claros que me quedan desde que llegaste.

No se que significas en mi vida, no eres físico, no eres espacio, no eres tiempo.
Pero lo ocupas.

Me tratas de llevar de aquí para allá intentando quitar de mi cabeza todas esas imágenes que, después, plasmo en el papel como si de verdad las palabras dijeran algo en este mundo.

Este mundo.
Este mundo en el que te pica la garganta de fumar para acaban con la ansiedad más que de gritar a la ausencia de quien la provoca que vuelva.
O que no se vaya.

Porque tantas veces nos hemos despedido antes de que cogieran la chaqueta que ya pensábamos que se habían olvidado del bolso.

Te echaba de menos,
Papel

Me echaba de menos.
Aunque nunca haya sufrido mi ausencia,
Aunque nunca una pena amarga haya ocupado el espacio vació que no dejé.

 ‘’Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes’’
Y una mierda
Nunca sabes lo que tienes hasta que vuelve.

Puedes darte cuenta de lo mucho de menos que has echado algo cuando te vuelve hacer sonreír.
Cuando una mariposa en forma de carcajada sale por tu boca desde lo más hondo de tu estómago aleteando tan, tan fuerte, que tienes que taparte la sonrisa.
Entonces, te das cuenta de que aunque nunca hayas llorado su ausencia, nunca has reído como con su existencia.

Y así ves que las canciones nunca han hablado de aquello, ni los trenes han sido una metáfora de nada, pero que aún así, bajito, sin decir nada, se había ido. Dejándote tal cual, pero peor.
Peor porque cuando no tienes motivos por los que llorar, nada te hace reír.
Porque no hay nada tan devastador como un fuego que no quema. Como algo que al marchar no sabes que se ha ido, solo ves un hueco en el cual nada encaja. Ni siquiera tú.

Creo que me quiero. Me conozco desde hace años y nadie tiene manías tan insufribles como yo y ya ves, aquí sigo.
Si yo dejo de existir no me queda nada.
Estaré conmigo para siempre, me lo prometo.