Ayer no podía dormir por tu presencia, y hoy porque ya no
estás. Es extraño como la gente sale y entra de tu vida sin molestarse si
quiera en enseñar el pasaporte, sin dejar una fianza para los posibles daños
creados a causa de ilusiones fallidas. Es extraño como dejas de echar de menos
para echar de mas, o como entiendes que la frase "no te das cuenta de lo
que tienes hasta que lo pierdes" es una de las mayores verdades dichas por
el jodido ser humano. Que yo no se si te echo de menos o de mas, si necesito tu
olor para poder dormir o es mi cama que se queja por el puto frío con cada
amanecer. O mis manos, que se habían olvidado ya de desabrochar unos botones
que no fueran los tuyos. O mis sabanas que ya tenían ganas de hacer la función
que últimamente hacían tus brazos. O el sol harto de que cerrara las persianas
y no le dejara entrar para intentar que nuestra noche fuera eterna. Yo no se
que es, de menos o de mas, pero lo que se es que nunca se me dieron bien las matemáticas,
ni si quiera sumar uno mas uno, nunca me ha dado dos.