Supongo que por mucho que intentemos volver a un puto de partida
si has girado hacia la derecha y te has perdido entre las callejuelas
nunca podrás volver al momento ni al lugar donde comenzaste a caminar
y más si es en una ciudad desconocida, nueva, en la que
nunca habías estado pero que te invita a sumergirte en sus calles
porque tiene un encanto especial, algo que te cautiva, que te hace tener
ganas de salir a caminar aunque sea sin rumbo. El problema es cuando va
anocheciendo y sus calles empiezan a inspirarte desconfianza, y huyes sin darte
cuenta de que nunca podrás volver a ese lugar porque te lo
encontraste sin querer, sin apuntar la dirección ni el rumbo.
-Y apuras hasta la ultima calada para ambicionar algo que, en
realidad, hace tiempo que se consumió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario