Es el miedo a que no vuelvas a bajar[me] las [bragas] escaleras de
mi portal, o subirme [la blusa] a casa cuando tengo sueño.
El miedo
a no volverte a ver, o a encontrarte por la calle después de tanto tiempo
de tantas huidas.
Y, entonces, perder el control y aparecer borracha en tu puerta a
media noche alegando que, después de tanto tiempo fuera de ella, mi casa está
echa un desastre y llena de polvo
y que necesito uno.
Miedo a que no abras
o peor, miedo a que vuelvas a fallarme.
Así que mejor hoy tampoco salgo de casa, no vaya a ser que
pase[s].
Para los que no dormimos mucho es un consuelo encontrarte aquí :)
ResponderEliminarY lo que me queda por leer(te) esta noche.
Muaaa!
Y para mi un honor servir(te) de consuelo y más si lo que lees te gusta.
EliminarTodo un placer, de verdad. Un besele.